Desapego a lo material
Yo sinceramente respondí con una gran sonrisa y un “allá veo,
cualquier cosa se compra y sino se resuelve”. Esta respuesta es la de una mujer
de 27 años que se ha mudado 3 veces, en 3 años, que ya había emigrado una 1era
vez y tuvo que meter su vida en 2 maletas y que aprendió una lección muy grande
de la vida lo material, se recupera.
Es muy fácil apegarse a las cosas, a nuestro closet que lo
hemos venido llenando a lo largo de nuestra vida, a nuestros muebles e
inclusive a cosas más pequeñas. Yo de niña no quería que le dieran nada mío a
nadie, era muy “egoísta” pero sinceramente, ya viéndolo desde afuera, creo que
era por necesitaba llenar un vacío, y lo hacía con cosas materiales.
A medida que fui creciendo, que me fui volviendo más sabia,
que fui descubriendo nuevos sentimientos y experiencias, me di cuenta, que lo
material no es tan importante como los momentos, los momentos que vives con tus
seres queridos, los momentos que sueñas con tu pareja, los momentos que
planificas para toda tu vida.
Sé que esto no es fácil de digerir para todo el mundo, hasta
una amiga me dijo “tú sabes que no eres Cubana y no te tienes que ir sin nada
verdad” (a modo de chiste, disculpa a los cubanos si se sienten ofendidos) y le
respondí lo mismo, con una gran sonrisa, “lo sé, pero si allá llego a necesitar
algo, lo compro, sino lo necesito no tengo porque llevármelo”
Y es que a medida que yo iba creciendo, en mi casa me
inculcaban el “si das, el universo te va a dar a ti también” “si regalas tus
cosas abres las puertas a que nuevas cosas lleguen a tu vida” y ese mantra lo
he ido practicando a medida que he ido
tomando consciencia en mi vida.
Mi esposo, mi Portu, por otro lado es un apegado total a las
cosas (jajajaja) le cuesta demasiado desprenderse a algo, siempre dice “pero
esto puede servir para CUANDO….” E inventa un momento en que el objeto tendrá
una función.
Los objetos materiales te dan felicidad por un instante,
mientras que el crecer internamente te da una felicidad plena y prolongada.
Práctica el desapego, es un ejercicio muy enriquecedor y sé que si muchas
personas fuesen así el mundo sería un poco mejor.
Recuerda que:
“Si das, el universo te recompensará por tu buena acción”


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